Me siento golpeado pero no desanimado para seguir adelante. Perdimos 2-1 y pudimos empatar e incluso irnos arriba. Llegamos mucho dominamos pero no entro el balón.
Puedo definir el partido con un partido donde el fútbol es lo más inesperado. Cambia mucho jamás es estable y eso nos hace festejarlo cuando lo ganamos y nos motiva a trabajar para disminuir las posibilidades de no ganar.
En parte es como la vida, casi como una metáfora. Por esto mismo a muchas personas le gusta bastante.